OCTUBRE 2022. INICIO. En
el pueblo de Monte el Chico, la pobre y desaliñada Canela es
maltratada por el despreciable Galdino Atanacio, un holgazán
mantenido por la madre de la muchacha, Ignacia Irepán, quien siempre
lo defiende y está convencida de que su propia hija provoca al
hombre para arrebatárselo. Llega el día en que Galdino intenta
abusar de Canela y esta se defiende golpeándolo en la cabeza por lo
que creyendo que lo ha matado huye rumbo hacia ninguna parte. En un
camino siniestro conoce al apuesto Branko, joven gitano que viaja con
su caravana, rumbo a Villa Rosas, y le ofrece su ayuda al saberla
desamparada. La lleva con su madre, la vidente Zulma Kali, a la que
pide que la ayuden haciéndola parte de los gitanos. Las mujeres
hablan y la vidente asegura saber lo que la muchacha ha hecho así
como las razones. Le asegura que el hombre al que cree que mató está
vivo y que hará lo posible por ayudarla mas debe buscar la manera de
ganarse la vida dentro de poco. La estadía de Canela con los gitanos
hace explotar a Randú, marido de la vidente, pues para él todo lo
que Branko hace siempre es incorrecto debido al desprecio que le
tiene pues sabe que en realidad no es su hijo, mientras que Canela
pasa tiempo con el muchacho, quien la presenta con su mejor amigo,
Leroy, el cual se enamora de ella a primera vista y comienza a
protegerla celosamente, enfrentándose a Randú, quien no la quiere y
le ha tomado mala voluntad, cada vez más desde que Zulma Kali le
hace saber que esa muchacha traerá problemas a la felicidad de su
hijo, sobre todo porque las hermanas Milenka y Yesenia están
enamoradas una de Branko y otra de Leroy, aunque la adivina sabe que
el destino de su hijo está atado al de una mujer blanca que pronto
llegará a su vida.
En
la provincia de Villa Rosas, en el siglo XIX, Florentina es una
hermosa muchacha que sueña con el amor y que vive atormentada desde
que su padre, el severo Leoncio Rendón, obsesionado por asegurar su
futuro, la compromete con Javier Demarín, al que cree un hombre rico
y apoderado del norte y no sospecha que este ha confabulado un plan
para quedarse con su fortuna habiéndose casado con su hija, la cual
desahoga su pena con la nana Virtudes, la cual le suplica que tenga
fuerzas y piense que llegará el día en que se enamore del que será
su marido. Sin embargo Javier padece el desprecio de Florentina,
quien se niega a corresponderle pues no lo ama y, sincera, se lo
revela. Él sin embargo le promete que con el tiempo hará que lo
llegue a amar pero ella afirma que así pasen millones de años no
será así y a pesar de la imposición de su padre ella no se casará
con él. Javier, furioso, jura que hará pagar a la muchacho por su
desdén, pues la ama verdaderamente y ella no hace más que herirlo.
Por su parte la hermosa damita suplica a su padre que no la obligue a
casarse con alguien a quien no ama pero Leoncio ya está decidido y
le promete que con el tiempo aprenderá a amar a su marido.
Galdino
no deja de pensar en Canela y asegura a Ignacia que esta quiso
matarlo porque él la despreció como mujer, atormentando a la madre,
quien cree en las infames mentiras del malhechor y desea para su hija
el peor de los destinos.
La
carabana ha llegado a Villa Rosas, lugar que llena de temor a Zulma
Kali pues hace muchos años ese fue el escenario de un secreto que
oculta. Pronto Branko y Leroy se meten en problemas con malhechores
que luego de cometer un atraco inculpan a los gitanos. Los chicos son
llevados a prisión, donde son ayudados por Antonio Mancera, un
abogado que logra que los dejen en libertad. Los acompaña hasta la
caravana y al ver a Zulma Kali, cree conocerla de algún lugar, sin
embargo la nerviosa mujer se niega a darle la cara y abraza a los
muchachos, a quienes Milenka y Yesenia llenan de besos, siendo
rechazadas por ambos ante la presencia de Canela, quien los consuela
para molestia de Randú, a quien las hermanas le aseguran que la
entenada jugará con los dos amigos y se encamará con ambos, como
hacen todas las pobretonas de ciudad.
Por eso el hombre pide a Canela
que busque un trabajo ahora que se encuentra lejos de su tierra y
abandone la caravana, pues no es un lugar para ella. Ella se refugia
en Branko, quien le promete que la ayudará pues dentro de todo su
padre tiene razón y ella debe buscarse la vida. La muchacha le
confiesa que se ha enamorado de él y lo besa, siendo correspondida.
El
ambicioso Javier lleva a casa de Leoncio a la voluptuosa Lady
Elizabeta, con la finalidad de que esta enrede al hombre, logrando
que muy pronto lo envuelva con sus encantos y su personalidad
liberal, pues se crio en Europa y su pensamiento es distinto y
encantador. Pronto Leoncio, al notarla sola y dispuesta, la besa y
comienzan una aventura pues él la convierte en su amante. Son
descubiertos en la cama por Florentina, quien horrorizada se refugia
don Virtudes, quien le hace comprender que su padre tiene derecho a
rehacer su vida. Luego es obligada a hacer un paseo con Javier, quien
la lleva a la playa, donde la muchacha se las ingenia para escapar de
él. Es así que conoce a Canela y ambas al hablar, comprenden que
tienen en común el huir de su realidad por lo que deciden ser
amigas. Al saber que Canela busca un trabajo, Florentina le propone
que sea su dama de compañía y al reencontrarse con Javier, a pesar
de la negativa de este, lo convence para que la muchacha vaya a Villa
Rosas con ellos, no sin que antes Canela acuda a los gitanos para
despedirse de todos, alegrándose cuando Branko le dice que en unos
días se podrán volver a ver pues harán larga temporada
precisamente en el lugar al que ella se dirige.
Antonio
no deja de pensar en la mujer que vio entre los gitanos y está
convencido de que le trae a la mente a alguien de su pasado, sin que
pueda recordar quién. Sin embargo Zulma Kali sí lo ha reconocido y
ruega a Randú que se marchen a Villa Rosas lo antes posible pues el
puerto no le sienta bien.
Javier
cena con los Rendón e intenta convencer a Leoncio para que se cae
con Lady Elizabeta pero el hombre deja claro que ya se casó una vez
y no desea que otra ocupe el lugar de su difunta esposa, a la que
guarda devoción. Esto alegra a Florentina pero no a la Lady, a quien
después en privado besa con profunda pasión y le entrega una
preciosa joya que la contenta. Ella le dice querer ser su esposa pero
él le repite lo antes dicho en la cena. Al quedar sola la mujer
llora y se encuentra con Javier, su amante, al que le dice que no
será fácil apoderarse de la incalculable fortuna de los Rendón.
Leroy
piensa demasiado en Canela y revela a Randú estar dispuesto a ir a
buscarla. El hombre lo impide y le aconseja que corresponda al amor
de Yesenia, quien sufre por él pero al trapecista no le importa esa
chica.
Milenka
intenta seducir a Branko, quien le deja claro que él nunca estará
interesado en ella y ante sus reproches y celos le asegura que
tampoco está enamorado de Canela, pero le correspondería por ser
una muchacha buena y pulcra, así como inocente. Viajan entonces
hacia Villa Rosas, donde se reencuentra con Canela, a quien Milenka
enfrenta y abofetea para luego acusarla de haber robado, ante Randú,
quien corre a la muchacha y le exige que no vuelva a acercarse a su
caravana, pues está maldito. Branko la defiende y acude a
consolarla. Ambos se abrazan y se besan, siendo descubiertos por
Milenka, quien los maldice y decide volver enemigos a los mejores
amigos. Por eso busca a Leroy y le dice lo que vio, rompiéndole el
corazón pues ya había comprado flores para la muchacha, quien le
cuenta a Florentina de la caravana gitana que se encuentra en el
lugar y le pide que vayan juntas a consultar a la adivina, pues ella
es amiga de ellos. Sin embargo Leoncio prohíbe a su hija que acuda
sola a un lugar público y le hace saber que si desea ver a los
gitanos lo hará de lejos, y acompañada por su prometido, Javier,
quien encantado lleva a la muchacha pero no acepta que Canela los
acompañe.
Durante un acto de baile de los gitanos, en la calle, Florentina y Branko cruzan miradas y sienten una extraña atracción el uno por el otro, por lo que desde ese momento no dejan de pensarse y él le habla a Zulma Kali sobre una muchacha que vio en la audiencia. La describe y la adivina se horroriza pues sabe que esa es la muchacha es la que hará sufrir a su hijo, quien tiene una diferencia con Leroy cuando este le exige que se aleje de Canela, a quien él ama. Por su parte Canela ha conocido a Silverio Navas, un criado de los Rendón, que ha simpatizado con ella y en poco tiempo se enamora pues la chica es extrovertida y alegre. Sin embargo Virtudes aconseja al muchacho que no se fie de ella pues no la conocen bien y no saben si tenga mañas que más tarde pueda dejar al descubierto.
Elizabeta
da un paseo por el pueblo y conoce a Branko, erotizándose ante su
belleza. Él la confunde con Florentina y Elizabeta le sigue la
corriente, engañándolo, para luego tener un encuentro en el que lo
besa.
A
Leoncio llega el rumor de que Lady Elizabeta ha sido vista
coqueteando con un gitano por lo que el hombre usa su poder para
intentar asustar a la gente de la caravana. Lo enfrenta Randú, al
que el hombre ofende cruelmente. Sin embargo el patriarca gitano
presenta una denuncia ante las autoridades pues sus pagos por el uso
de suelo están al corriente. La ley lo ampara por lo que anuncia que
no hay nada ni nadie que pueda echarlo del lugar.
Florentina
y Canela dan un paseo por el pueblo y se topan con Leroy, quien
confiesa sus sentimientos a Canela y le pide que le de una
oportunidad. Ella le dice amar a Branko y tener la intención de
casarse con él en el futuro. Leroy sufre y por ello, envenenado por
Milenka, busca hacerle daño a su amigo, tendiéndole una trampa para
que este caiga del trapecio, pero no lo logra. Por su parte Branko
vuelve a ver a Florentina en un mercado, acompañada por Virtudes. Se
les acerca e intenta besar a la muchacha, quien lo abofetea. Él
asegura que antes no se portó así y ella asegura que jamás en la
vida lo había visto.
Antonio
se instala en su finca de Villa Rosas y visita a Leoncio, al que
advierte que Lady Elizabeta no es alguien en quien deba confiar,
luego de conocerla. Leoncio revela estar convencido de ello y por eso
solo utilizar a la mujer, pues le calienta la cama y lo hace muy
bien, por lo que se deshará de ella en cuanto se canse de su
compañía. Son escuchados por Javier, quien acude a abofetear a su
querida y le cuenta los planes del viejo. Ella entonces le reprocha
que no apresure su boda con Florentina, para que entonces puedan
matar al viejo y tome posesión de su fortuna. Luego acude a rondar
la caravana gitana y al toparse con Branko intenta besarlo pero él
la rechaza pues sabe que ella lo engañó y no es la mujer a la que
vio en la calle. Elizabeta intenta besarlo, cegada por la voluptuosa
y sensual belleza del malabarista pero este la rechaza. Llora y es
sorprendida por Leroy, al que tiende una trampa, enamorándolo y
dejando una de sus joyas entre la ropa de éste por lo que lo
denuncia y es aprehendido. Afortunadamente Branko se encuentra en la
calle con Antonio y le pide ayuda de nuevo. Este habla con Leroy,
quien le revela lo que sucedió. Al saber que fue Elizabeta la
responsable de todo, Branko acude a buscarla y le suplica que libere
a su amigo y esta le pide que a cambio se desnude para ella y la haga
su mujer. El gitano intenta negarse pero no tiene más remedio por lo
que la toma en sus brazos y la hace suya y a cambio ella confiesa
ante la policía que la acusación a Leroy se debió a una confusión.
Se sorprende al ver ante ella a Antonio Mancera, quien le pregunta si
Leoncio está al tanto de las vulgares jugarretas de las que se vale
para seducir a muchachos distintos a los de su posición.
Silverio
pide a Canela que le de una oportunidad y ella le confiesa estar
enamorada de otro y ser correspondida. Acude a buscar a Branko, quien
se sincera y le hace saber que no quiere engañarla y por ello le
dice que no la ama y prefiere que solo sean buenos amigos. Está a
punto de decirle que su corazón le pertenece a Florentina pero la
chica se marcha corriendo antes de que él diga una palabra más.
Llega a casa y descubre a Florentina y Javier discutiendo y cuando
este sacude a su prometida para besarla por la fuerza la ahora dama
de compañía lo enfrenta y abofetea. Javier le responde con una
fuerte bofetada y Florentina la defiende por lo que este le reprocha
que esté del lado de una salvaje que recién conoció en vez de
apoyarlo a él. Se estremece cuando la chica le devuelve su anillo de
compromiso y le hace saber que aunque su padre la muela a golpes o la
desherede no se casará con él. Se marcha con Canela, a la que cura
para luego salir en busca de unas medicinas. En la calle la sorprende
Javier, quien se violenta con ella y está a punto de abofetearla
pero aparece Branko para defenderla, enfrentándose a golpes con él.
Pregunta a Florentina si se encuentra bien y así Javier descubre que
estos se conocen por lo que se marcha directamente a hablar con
Leoncio, al que dice que si no se casa con Florentina el fin de
semana esta se irá lejos con un gitano del que es amante. Antonio,
quien se encuentra cerca, asegura que eso no es verdad pues
Florentina es una muchacha de principios y muy decente, a diferencia
de Elizabeta, quien ha seducido a un gitano y lo ha enviado a prisión
para conseguir encamarse con otro, bajo amenazas. Javier asegura que
eso no es cierto y los dos discuten sin percatarse de que Leoncio ha
tomado su arma para ir a armar un quilombo a los gitanos, amenazando
con matar a todos si no se largan de Villa Rosas. Branko da la cara
por los suyos, enfrentándose al hombre, quien lo hiere en un brazo
con su arma, como advertencia. La asustada Zulma Kali suplica Randú
que se marchen y este se niega.
Javier
reprocha a Elizabeta lo que ha hecho y ella asegura que Antonio
sospecha la verdad y quiere alejarla de Leoncio, por lo que ha
inventado todo. Se besan sin saber que Canela los ha descubierto y
escuchado decir cuanto se desean. Elizabeta pide al hombre que no la
deje y cumplan su promesa de gozar de una cuantiosa fortuna para
comerse juntos el mundo. De inmediato, Canela acude a decírselo a
Florentina, quien no se sorprende de nada y cree que puede usar esa
información a su favor. Asombra a Canela cuando le revela creer que
se ha enamorado de Branko. La muchacha sale de inmediato en busca del
hombre y le pegunta si Florentina es la chica de la que él se
enamoró y sufre cuando este le dice que sí.
Antonio
se reencuentra con Zulma Kali y la llama por su nombre pues ya la ha
recordado. Le revela saber que huyó esperando un hijo suyo y ella lo
niega, asombrándose cuando descubre que Milenka los ha escuchado.
Esta de inmediato corre a decírselo a Randú, quien no le cree y
enfrenta a su mujer, quien con llanto le dice que Ántonio era la
razón por la que ella siempre se negó a volver a Villa Rosas, pues
es el verdadero padre de su hijo. El hombre jura a su mujer que se
irán y que Branko nunca sabrá la verdad. Habla con Milenka y le
asegura que si dice una sola palabra de lo que sabe entonces la
echará. Esta a cambio le pide que la case con el trapecista, quien
se niega y exige a la mujer que se olvide de él pues está enamorado
de otra que no es Canela. También pide a Leroy que luche por el amor
de la muchacha, quien desahoga con Virtudes y Silverio el sufrimiento
que atraviesa al saber que ha perdido a su gran amor.
Cansado
del alcoholismo y los reproches de Ignacia, Galdino mata
accidentalmente a la mujer y decide huir lejos, hacia el sur, pues
cree que es el mejor lugar para esconderse.
Florentina
y Branko se encuentran y hablan de lo que sienten el uno por el otro.
Él la toma en sus brazos, estremeciéndola. Se besan y se juran
amor. Ambos deciden emprender un noviazgo que defenderán de quien
sea.
Por unos días, los enamorados viven su amor apasionadamente y casi son
descubiertos por Elizabeta, quien también tiene encuentros con el
gitano, al que acosa pues está obsesionada con su sensualidad. Este
le deja claro que no llegarán a nada pues se ha interesado en otra
mujer. Elizabeta le asegura que no se deshará de ella tan fácilmente pues se ha encaprichado con él y está acostumbrada a obtener a todo
hombre que se propone y ser ella quien termine con las relaciones.
La
ardida Milenka, a quien Zulma Kali le ha pedido que se olvide de
Branko, pues este ama a otra mujer, busca a Leoncio para decirle que
hija tiene amoríos con el trapecista al que estuvo a punto de matar.
El hombre convoca a una cena a su familia y amigos y anuncia que el
fin de semana Florentina y Javier se casarán. La chica se opone mas
el padre le aconseja que no se resista todo será más difícil si
es obligada.
Leroy
se acerca a Canela, quien insiste en rechazarlo y lo avergüenza
delante los suyos, por lo que el muchacho llora y le dice que debería
entenderlo pues a ella también la han rechazado por amar a otra.
Canela le pide que calle pero este no puede detenerse por lo que lo
abofetea y él la toma en sus brazos y la besa por a fuerza. Ello lo
abofetea y le asegura que nunca lo amará. Se marcha corriendo y él
se desahoga con Yesenia, la cual le dice que como él se lo dijo a
esa muchacha, también piense en ella y en lo que siente cuando él
la rechaza. Se besan apasionadamente. Hacen el amor pero Leroy solo
puede ver en el rostro de Yesenia la imagen de su amada Canela.
Javier
se revuelca con Lady Elizabeta, a quien le jura que en cuanto se
deshaga del viejo Leoncio, así como de su hija, los dos podrán
vivir la vida que siempre han soñado.
De
nueva cuenta Leoncio intenta sabotear a los gitanos y hacer que se
vayan de Villa Rosas sorprendiéndose cuando Antonio les defiende.
Leoncio asegura a Antonio que si él es amigo de los gitanos entonces
ellos romperán sus lazos. El hombre deja que su viejo amigo tome la
decisión que más le convenga por lo que, furioso, Leoncio le
prohíbe que se acerque a su casa y a su familia.
Galdino
se pasea por Villa Rosas y se sorprende al ver a lo lejos a Canela, a
la que sigue hasta casa de los Rendón. Sigiloso, la acecha y cuando
la sorprende forcejea con ella e intenta abusar de ella pero la
muchacha lo golpea en la entre pierna y lo abofetea. Entra a la casa
pero es perseguida por lo que al malhechor se enfrenta Silverio para
defender a la muchacha, tratando de ahuyentar así al padrastro de
esta, pero este extrae un puñal que le clava al joven enamorado para
entonces huir no sin antes jurar a Canela que no descansará hasta
vengarse de ella y obtener lo que siempre ha querido: su virtud. La
muchacha, horrorizada, suplica ayuda para luego acudir al entierro de
Silverio, sintiendo remordimientos por no haberlo amado como él se
merecía.
Elizabeta
intenta intimidar a Leroy y Yesenia se enfrenta a ella por lo que así
descubre que Branko tiene amoríos con Florentina, a la que la mujer
amenaza con revelar a su padre su aventura. Florentina la reta a que
lo haga pues le hará un favor ya que así no se casará con Javier,
quien presume su boda por todo el pueblo enterándose así Branko,
quien habla con Candela y esta le hace saber que es verdad lo que se
rumora y que Florentina se casará el fin de semana, por lo que ellos
pueden estar juntos. Branko la rechaza pero ella lo besa y son
sorprendidos por Florentina, quien sufre en soledad y es buscada por
Canela, a la que le pregunta si ella está enamorada del trapecista.
Esta lo acepta, lamentando que este no pueda amarla de la misma
manera. Acepta que lo ha perdido y pide a su amiga que no se case con
Javier y huya con su amado. Virtudes las escucha y suplica a su joven
ama que no cometa una locura.
Las mujeres discuten y las escucha Leoncio, quien
exige a su hija que le diga qué es lo que sucede. La muchacha
asegura a su padre que no se casará pues está enamorada de otro
hombre. Leoncio la abofetea y Florentina sale corriendo de casa,
mientras que su padre sacude a Canela y la culpa del comportamiento
de su hija, por lo que la azota y la echa de su casa, asegurando que
es la calle a donde pertenece. Luego el furioso Leoncio se jura a sí
mismo que eso no sucederá jamás y contrata a Galdino para que
incendien la caravana de los gitanos y así estos mueran o se
marchen. Hay muerte en este incendio, y aunque algunos sobreviven, a
Branko y su familia los dan por muertos. Esto llena de horror a
Florentina y Canela, quien encuentra refugio en brazos de Leroy,
quien se aferra a ella, abrazándola muy fuerte.
Milenka
sufre por la muerte de Yesenia en el incendio y cree que si Leoncio
prendió fuego a los gitanos, fue para matar a Branko, por lo que
cree que la culpa de todo la tiene Florentina, con la que jura que
vengará la muerte de su hermana.
Florentina
y Canela se desahogan con Antonio, quien les asegura que la vida debe
continuar y se alarma al saber que Javier y Elizabeta son amantes,
por lo que pide a Florentina que no se case con él. Ella,
endurecida, asegura que no lo hará y que dará a todos una sorpresa,
por eso cuando el día de la boda entre Florentina y Javier llega la
muchacha no hace más que llorar por el miedo que siente y la pérdida
del amor de su vida, quien ha sobrevivido al incendio y junto con su
familia se encuentra en la finca de Antonio Mancera, quien le prohíbe
que haga cualquier cosa por impedir la boda, pues sabe que Florentina
dará un tiro de gracia y no se equivoca pues cuando el sacerdote
pregunta a esta si acepta por esposo a Javier ella dice que no y
delante de todos los presentes lo acusa de tener una amante y que esa
no es otra que la que acompaña a su padre: Lady Elizabeta. Javier
asegura que eso no es verdad y aparece Canela para confirmar la
declaración de Florentina, mientras que el sorprendido Leoncio,
invadido por la vergüenza, sufre un desmayo. Florentina se preocupa
por él y Javier la responsabiliza de cualquier cosa que le pueda
suceder a hombre para luego con pistola en mano obligarla a casarse
con él pero la muchacha se niega. Javier apunta al sacerdote para
que continúe con la ceremonia pero aparece Branko y lo enfrenta,
pidiendo a Florentina y Canela que huyan. Ambas suben a su carruaje
junto con el enfermo Leoncio y se marchan a casa, no sin que antes
Florentina de un fuerte par de cachetadas a Lady Elizabeta, a la que
acusa de ser una ramera.
Zulma
Kali confiesa a Antonio que Branko es su hijo y que se fue con la
caravana y jamás volvió porque la familia de él, al enterarse, la
amenazó de muerte. El hombre le revela que a pesar de que pasaron
los años nunca la dejó de amar mas ahora que la sabe dichosa al
lado de Randú se siente tranquilo. Ella le suplica que no diga la
verdad a Branko, pues no desea hacerlo sufrir.
Canela
es asediada por Galdino, quien ofrece su amistad a Randú y con ello
su ayuda para encontrar a quienes causaron el incendio en el que
murieron muchos de los suyos. El patriarca sabe que todo fue obra de
Leoncio Rendón, ante el cual se presenta para decirle que no se irá
de Villa Rosas aunque él vuelva a atentar contra la vida de los
suyos para evitar que su hija ame a un gitano. Al saber esto
Florentina reprocha a su padre el haber actuado como un criminal para
evitar que ella sea feliz. El hombre llora, arrepentido, y le pide
perdón por haberla obligado a casarse con un cretino como Javier,
quien a su vez vive amargado por la vergüenza que pasó pues todos
en el pueblo lo repudian tanto como a Elizabeta, quien intenta
seducir de nueva cuenta a Leroy, quien la rechaza. Ella insiste y de
pronto aparece Canela para ponerla en su lugar, a golpes, por el
engaño a su amiga Florentina y por insinuarse a su hombre. La lady
ríe y se burla de ambos asegurando que son tal para cual pues son la
misma basura.
Elizabeta con Galdino, quien le dice que si ella está
interesada en el trapecista y él en Candela, ambos pueden unirse
para conseguir lo que desean. Tienden una trampa a la muchacha, quien
acude a una supuesta cita de trabajo ofrecida por un hombre
importante y es recibida por Lady Elizabeta, quien la lleva a una
habitación en la que la encierra bajo llave y en la que ya le espera
Galdino, el cual la toma por la fuerza, la besa y la hace suya. Llena
de dolor, la muchacha vaga por las calles y es buscada por quienes la
quieren, principalmente Branko y Florentina, quienes se reencuentran
y se besan, prometiendo que ya nada los separará. Encuentran a su
amiga, quien es curada por Virtudes y revela a Florentina lo que le
sucedió. Esta a su vez llora ante Branko, al que le dice lo que le
sucedió a su amiga y quién fue el responsable. Por eso cuando el
joven gitano se ve cara a cara con Galdino lo golpea gravemente hasta
casi matarlo, pues Randú y Leroy lo impiden. El muchacho va a dar a
la cárcel, donde revela lo que el malhechor hizo. Cuando el joven
gitano se entera de inmediato acude al lado de Canela, quien llora y
le dice que él no merece a una muchacha como ella.
Javier
intenta recuperar a Florentina a toda costa pero ella se niega a
hablar con él y le cuenta que su amante, Lady Elizabeta, lo ha
engañado con otros, pues es insaciable cuando se trata de sus bajas
pasiones. Javier golpea a su amante, quien jura que Florentina le ha
mentido.
Milenka
desea que Florentina sufra como ella y por eso tiende una trampa a
Branko pero quien cae en ella es Randú, el cual muere en un
accidente, al mezclarse entre gente de un circo y ser comido por las
fieras hambrientas que viajan con estos. Este hecho horroriza a todos
y llena de dolor a su familia por lo que Antonio se encarga de que
Branko quede en libertad y acuda al sepelio de su padre. Zulma Kali,
por su parte, pregunta a Milenka porqué fue capaz de hacer lo que
hizo pues la vio en sus sueños y la sabe responsable de la muerte de
Randú. La muchacha llora y asegura que solo quería vengarse de la
responsable de la muerte de su hermana. Zulma Kali le dice que el
responsable es Galdino. Entonces la chica acude al hospital, donde
entierra un puñal en el corazón del hombre para luego, desesperada
y sola, pues sabe que se ha quedado sin familia y sin hogar, se
arroja al vacío desde lo alto de una cuenca.
Florentina
y Branko se aman pero Leoncio insiste en oponerse a esa relación por
lo que tras un accidente en el que Randú pierde la vida Antonio pide
al muchacho que se marche con él al extranjero durante una temporada
pues desea mostrarle el mundo al igual que a Zulma Kali, quien revela
al chico que el abogado es su verdadero padre. Branko escucha la
historia de ambos y cómo Zulma Kali huyó con la caravana, ayudada
por Randú, para que la maldad de los padres de Antonio no los
alcanzaran. Antonio promete a su hijo que lo hará un hombre digno de
Florentina y le tapará la boca al padre de esta. Entonces Branko se
despide de su amada y ella jura que lo esperará.
Javier
descubre las bajas pasiones de Elizabeta y la desprecia. Ella le
suplica de rodillas que no la deje y los dos son descubiertos por
Antonio, quien les muestra pruebas de que no son más que unos
estafadores por los que les da unas horas para que se marchen de
Villa Rosas antes de entregarlos a las autoridades. Ambos huyen por
separado y comienzan así sus vidas. Al paso del tiempo él se mete
en negocios ilícitos por los que lo inculpan, mandándolo a prisión,
condenado por muchos años, mientras que ella se convierte en una
libertina que se acuesta con cualquier hombre a cambio de dinero.
Leroy
se ha encargado de reunir a todos los gitanos y pide a Canela que
viaje con la nueva caravana. La muchacha llora y se niega a irse con
él pues cree que no lo merece. Él la toma en sus brazos, la besa, y
le asegura que si acepta ser su esposa él será el hombre más
dichoso. Ella acepta entonces.
Branko
vuelve del extranjero vuelto un hombre elegante y sorprende a
Florencia, quien se aferra a él y lo besa. Son descubiertos por
Leoncio, quien se niega a aceptar su amor pero se sorprende cuando
Antonio le dice que el muchacho es hijo suyo y también su único
heredero por lo que no puede impedir que su hija sea feliz. A Leoncio
le cuesta trabajo pero termina aceptando a Branko quien pronto pide
la mano de Florentina y se le es concedida.
Al
paso de unos meses Florentina y Canela, quienes celebran juntas su
gran felicidad, también se casan en una misma celebración
eucarística, uniendo sus vidas a Branko y Leroy, los hombres que
aman. Tras la unión las parejas se dan un fuerte beso de amor,
decididas a ser felices para siempre.